Es importante tener en cuenta que pueden existir varios tipos de sensores: Inductivos, Magneto Resistivos, de Efecto Hall y Ópticos. Su funcionamiento cambia, aunque sabemos que informan exactamente lo mismo.
Cuando un sensor de revoluciones se encuentra en mal estado o tiene algún problema, el vehículo puede presentar algunos de estos inconvenientes:
- Aumento del consumo de combustible.
- Pérdida de potencia o tirones en la respuesta del motor.
- El tacómetro de revoluciones del cuadro de instrumentos no funciona.
- Encendido del «Check Engine» del cuadro de instrumentos.
- Aumento del nivel de expulsión de contaminantes por el tubo de escape.
- Dificultad o imposibilidad para poner en marcha el motor.
RECOMENDAMOS la revision del sensor de revoluciones en cada mantenimiento o cada 25.000 km. Y a la vez se debe:
- Verificar los valores específicos, y en caso de no estar dentro de los especificados por el fabricante debe sustituirse.
- Revisar si el sensor de revoluciones se encuentra en buen estado o no, se debe inspeccionar visualmente: el cuerpo exterior del mismo, su conector y los cables.
- Observar si muestra alguna grieta o rotura, la pieza puede haber sufrido algún estrés mecánico.
- También se puede presentar algún tipo de deformación provocada por un sobrecalentamiento del sensor.
- Si por el contrario, el sensor no genera señal, puede deberse a una rotura del cable por fricción o vibraciones excesivas, cortocircuitos o rupturas internas.
Redacciòn: Profesor Jorge Antonio Guillen (Mexico)